El momento fue la
entrevista que le hicimos a Teresa y a Ricardo, mujer y hermano del escritor
Avelino Hernández. Oriol, mi compañero,
y yo estábamos nerviosos, pero a la vez convencidos de que haríamos un buen
trabajo. El tiempo transcurría, y cada vez estábamos mas satisfechos del
resultado Nos sentíamos muy cómodos y, creo, que los y entrevistados también. Fue una experiencia
muy gratificante y el resultado es buena prueba de ello. Ya de entrada la idea
nos gustó mucho y le pusimos ganas y mucho esfuerzo.
Ahora voy a a
explicar el último día del viaje: un viernes, 20 de Abril del 2012. Aquella
mañana nos levantamos temprano, ya que teníamos que dejar la maleta en el
autocar y desayunar rápidamente. El clima era bueno. Lucía un sol espléndido, lo
que era de agradecer, pues queríamos
gozar al máximo de la excursión. Subimos al autocar, dirección hacia la Laguna Negra. Aproveché
el trayecto para dormir, ya que eran muchas las experiencias vividas en aquel
viaje y la fatiga castigaba duramente mi cuerpo. Cuando me desperté me llevé
una grata sorpresa: todo estaba nevado. Subimos la dura cuesta con mucha
ilusión. Era un recorrido de aproximadamente
dos kilómetros. Al llegar, sentí una intensa sensación de libertad y
felicidad: veía una laguna de aguas negras, rodeada de montañas cubiertas de nieve.
Naturaleza pura. Ya no importaba ni el frío ni el cansancio. Sin duda había
valido la pena. Obviamente la bajada fue más placida y rápida, por lo que algunos compañeros aprovecharon para jugar
con la nieve y distraerse.
Fuimos a comer a un
pueblo pequeño, pero bonito: Vinuesa. Comimos bien y recuperamos las fuerzas para el duro trayecto
de vuelta hasta Vilafranca.
Pol Bravos
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