Antonio Machado, El Cantar de Mio Cid, Gustavo Adolfo Bécquer, Gerardo Diego, Avelino Hernández, Mercedes Álvarez ...

viernes, 27 de abril de 2012

Jueves, 19 de abril: Valdegeña y Noviercas

Como creo que le pasa a la mayoría de mis compañeros, es difícil centrarse en un solo día del viaje, pero después de meditarlo bien, he elegido el jueves 19 de abril.  He decidido escoger este día porque me ha hecho reflexionar sobre bastantes cosas curiosas.

Por la mañana nos dirigimos a Valdegeña, el pueblo de Avelino Hernández. Lo que me sorprendió de ese lugar es cómo un pequeño pueblo de tan solo 7 habitantes repartidos en 3 casas,  mantenía viva la llama de la vida y la ilusión, o eso es lo que nos transmitió, Ricardo, el hermano de Avelino. Tras la visita del pueblo y de sus pequeños rincones me di cuenta de que nuestros actos pueden quedar muy grabados en la memoria de unos pocos. Como bien puede comprobar,  el recuerdo de Avelino Hernández permanecía vivo en Ricardo, que nos contaba con mucho entusiasmo sus historias. Fue muy emotivo conocer a Avelino Hernández a través de su hermano y también sentir la alegría con que trabajaba por revivir el pueblo y  tratar de que la esencia de Valdegeña nunca muera. Fue muy impactante.

Después de comer, fuimos a Noviercas, a realizar algunas actividades centradas en Gustavo Adolfo Bécquer. Desgraciadamente la lluvia y el granizo impidieron que un grupo de compañeras representase la leyenda de “Los ojos verdes”, en el Pozo Román (el lugar que seguramente inspiró a Bécquer), pero nos refugiamos en el Torreón árabe de Noviercas (también un marco incomparable), y allí  pudimos disfrutar al fin de la interpretación anteriormente cancelada. Me sorprendió mucho las ganas con que habían preparado Judith, Teresa, Gabriela y Paula la inquietante leyenda de Bécquer. Seguidamente fuimos a pasear por el pueblo y llegamos a la casa de los padres de Casta Esteban, donde había vivido Bécquer. Me sorprendió y me interesó mucho la historia que nos contó Montse, nuestra guía por Noviercas: los amores clandestinos de Casta (la mujer de Bécquer) con un bandolero apodado “el Rubio”. Me resultó curioso comprobar de nuevo que en la gente de otro pequeño pueblo (aunque más habitado que Valdegeña)  permaneciesen tan vivos los recuerdos del paso de Bécquer por allí y que también apreciasen ese hecho.

Por ello, aunque todo el viaje fue muy interesante, destaco ese día: por el ímpetu y el interés de la gente en mantener y cuidar, aunque pasen los años, su pasado. Pensé que quizás en las grandes ciudades no sabemos valorar y apreciar tanto nuestra historia.  Me llevo un buen recuerdo de ese día. Una gran experiencia.
IRENE FERNÁNDEZ

Viaje por los campos de Castilla



Esta semana la he pasado de viaje a Soria con todos mis compañeros del instituto.
El primer día fue bastante duro ya que estuve seis horas en el autobús, nerviosa y pensando en cómo sería el primer viaje que hacían con los nuevos compañeros de este instituto, pero a pesar de los nervios y el frío, que era mucho, todo salió bien y este ha sido un viaje magnífico.



Durante las horas y horas del autobús, pude observar los cambios de paisaje, descubriendo el paisaje de los campos de Castilla: unos campos mayoritariamente planos y de colores rojos y ocres, muy distintos a los campos de nuestra tierra, mucho más llenos de montañas.



Este viaje, en algunos momentos, me ha permitido además  volver al pasado: hemos podido conocer muchos pueblos pequeños, muy alejados de nuestra civilización: pueblos en medio de las montañas, con todas las casas de piedra y con muy poca población, como Valdegeña, en que tan solo tenía siete habitantes.



Otra de las cosas que me han sorprendido de este viaje es la clase de Machado, una clase muy sencilla y  pequeña y sencilla, con espacio para muy pocos alumnos. Sobre todo me impresionó la forma de enseñar y educar que tenía Machado, que nos contó el director del Instituto en su espléndida conferencia.



Si tuviera que elegir un solo lugar de este viaje me inclinaría por el Cañón del río Lobos, para mi ha sido un paraje estupendo, lleno de agua y de vegetación y con una gran variedad animales, un lugar lleno de vida natural.



Pero también me gustaría hablar del día que más nos sorprendió a todos: el día de la nieve en la Laguna negra. A pesar del intenso frío,  mereció la pena recorrer 1km y medio de camino nevado y subir la montaña con todos nuestros esfuerzos, sobre todo por las divertidas batallas de nieve y por el sobrecogedor paisaje de la Laguna negra que nos estaba esperando allí arriba.



Ha sido un viaje que me ha permitido, además, reforzar la amistad con algunos de mis compañeros de clase y hablar y conocer a otra gente del instituto con quien no había tenido ningún tipo de relación hasta entonces.



Al llegar el último día de este sorprendente viaje, me embargaba una mezcla de cansancio, sueño y melancolía: por una parte tenía ganas de volver y  descansar tranquilamente en casa, pero  por otra,  sentía mucha pena de tener que abandonar esos paisajes sorianos, que seguramente no volveré a ver en mucho tiempo.



Nuestro recorrido soriano ha sido  muy gratificante y enriquecedor. Me había hecho la idea de que sería distinto y, sobre todo, me ha sorprendido.



BERNADETTE RICART

jueves, 26 de abril de 2012

Valdegeña también es mi pueblo

Mi diario lo quiero centrar en el día que pasamos en Valdegeña con Ricardo. Para mí fue un día muy especial por los motivos que explicaré más adelante, pero creo que para todos fue una gran experiencia que merece ser recordada. La historia de Jon, el niño que adoptaron los habitantes de Valdegeña en la novela juvenil  El valle del infierno, no está tan lejos de lo que sentimos ahora los visitantes reales del pueblo.

En Valdegeña conocimos mejor a Ricardo y el pueblo de Avelino Hernández. Ricardo nos mostró el pueblo casa por casa. Fue una visita muy interesante, sobre todo por las historias y leyendas que ocurrieron en Valdegeña y que nos iba contando poco a poco, a lo largo del recorrido. Visitamos la iglesia románica, que han ido restaurando Ricardo y un carpintero, aunque ya no haya ningún cura que vaya los domingos a celebrar misa. Ricardo nos mostró también el nuevo ayuntamiento, construido recientemente y que sirve asimismo como consulta del médico, que va a pasar allí visita dos veces por semana (aunque en invierno sólo viven siete vecinos en el pueblo). Finalmente entramos en la casa familiar de Avelino, que Ricardo abrió muy amablemente para nosotros.

Creo que lo esencial de la visita fue descubrir cómo la vida en Valdegeña pudo haber influido en la literatura de Avelino Hernández. Aunque sea un pueblo sencillo, Valdegeña le enseñó al escritor unos valores auténticos y esenciales (la solidaridad, el sentido de la libertad y de la justicia, el respeto, el amor a la naturaleza) que orientan su literatura y que posiblemente explican el modo de vida de Avelino y Teresa, tan filosófico en el fondo.

Me gustó mucho conocer a Ricardo, que es una persona que me inspiró muchísimo. Me impresionó su carácter, sobre todo sus ganas de luchar por su pueblo y mantenerlo vivo. Ricardo es un luchador que da todo de sí para sacar a Valdegeña adelante: construyó un museo con sus herramientas del campo para intentar que crecieran las visitas al pueblo y abrió una casa de turismo rural para que más gente se anime a acercarse al pueblo los fines de semana o en vacaciones. No me podía creer tampoco la amabilidad que se respira en Soria: Ricardo me regaló una boina (un elemento muy característico suyo y de Avelino) solamente porque me interesé por esta prenda.

En resumen, esta visita fue muy interesante y estimulante. Valdegeña es una visita obligada para cualquier viajero que pase por Soria.
MANEL BOLET

miércoles, 25 de abril de 2012

Efímeros instantes de ilusión


Es difícil escoger un único momento de Soria que me haya dejado huella, por lo que voy a escribir de tres momentos que me aportaron mucho, aunque  todos los días estaban llenos de vivencias impactantes y no acabaría nunca.

Es el primer día y estamos en el Casino del la Amistad de Soria.  En un tramo de la tertulia sobre Mientras cenan con nosotros los amigos  escuché de los labios de Pepe Sanz, la voz, que Avelino Hernández “llenaba la vida de vida”. Alguien a quien se le otorga ese don, el don de dar vida a la vida, debe ser alguien con mucha fuerza, con mucha ilusión. Lo que me lleva a pensar que Avelino no sólo sabía cómo vivir, sino que también sabía cómo hacer que vivieran los demás, que su literatura es una invitación no a  vivir por vivir, sino a vivir sintiéndonos vivos. En la tertulia se notó que todos los participantes apreciaron mucho a Avelino, aunque cada uno lo expresaba a su manera (Pepe con el temblor de su voz, Teresa simplemente estando allí, César con las mil y una palabras que sentía que debía decir, y Ricardo con sus gestos y su sonrisa melancólica, que tanto nos han dicho estos días).

Otro momento (por así decirlo) que me hizo respirar y  sentir muy intensamente las tierras que visitábamos ocurrió en  Valdegeña, el pequeño pueblo de Ricardo donde Avelino se había criado y crecido. El pueblo, como Medinaceli, estaba vacío, pero era muy diferente. Cuando estuvimos en Medinaceli, a pesar del sol, de las hermosas casas medievales y renacentistas,  de la paz del lugar, me sentí como en un espacio muerto. En Valdegeña no. En Valdegeña se notaba que todos los que habían pasado por allí se habían enamorado del lugar (me incluyo). Los paisajes que rodean Valdegeña son, simplemente, indescriptibles. Y, cómo no, está Ricardo, que tiene 78 años, pero conserva la ilusión de un niño de cinco. Cuando habla, transmite siempre lo esencial de lo que quiere decir: Ricardo habla con el corazón y se le nota. Nos hizo de guía por su pueblo, descubriéndonos historias fantásticas y rincones mágicos:  la vieja escuela, la iglesia románica, el cementerio, el nuevo proyecto de la casa rural, la casa familiar... Todo mantenido e impulsado por él, y nos lo explicaba pacientemente,  muy contento de que le escucháramos, intentando compartir con nosotros todo lo que sabía. Sólo cuando subimos al autocar para marcharnos, comprendí de verdad la frase que nos había recibido al entrar: Valdegeña también es mi pueblo. 
La Laguna negra · Foto de Joana Sadurní
El tercer momento es del último día: la excursión a la Laguna negra. Dentro del autobús iba mirando el paisaje y veía cómo cambiaba. Íbamos subiendo cada vez más, y cada vez había más y más nieve. Pensé que  los conductores  nos querían gastar una broma llevándonos hasta  allí (pues los dos tenían un sentido del humor muy peculiar), pero que al cabo de poco volverían atrás y nos dejarían donde en realidad teníamos que bajar. Pero no, seguimos subiendo... Alguien, mirando el otro autobús, dijo que Olga se levantaba y se ponía el abrigo. Entonces lo comprendimos y empezaron las quejas: los que no íbamos bien calzados, la gente que acababa de despertarse y se encontraba de repente en medio de la nieve, los que no querían bajar, los que no se lo creían... Pero valió la pena.  Al llegar a la Laguna  nos quedamos todos unos instantes quietos,  como si necesitáramos recuperar el aliento, pero lo que hacíamos era asimilar el paisaje encantado que teníamos delante. Poco a poco,  hay tanto que ver allí que es imposible captarlo todo de golpe. Aunque debíamos concentrarnos en saber por dónde pisábamos y no resbalar, realmente  el paisaje que más me impresionó y marcó fue el de la Laguna negra: es como si entraras en un mundo aislado, en un espacio mágico.                 

En fin, repetiría de nuevo todo el viaje, incluyendo la nieve, el granizo, el frío y el viento.

JOANA SADURNÍ

martes, 24 de abril de 2012

Mi momento mágico del viaje: Nuestra tertulia sobre Mientras cenan con nosotros los amigos.

Hay poca luz y en la pared se ve la silueta de unas sombras movedizas que se deslizan suavemente. Las velas están encendidas. Se oye el ruido de una cucharilla en una taza de café, el de dos copas de cristal que se encuentran, el de la madera de un banco que roza las baldosas antiguas del suelo.
Siento el olor del café, de  la madera, de la lluvia. Tengo el pelo mojado y un mechón se desliza por mi mejilla. Extraño contraste. Mejillas rojizas, calentitas, de pronto interrumpidas por un mechón húmedo que quiere escapar de mi melena.
Estoy cansada y algo abatida. Escucho que mis piernas dan las gracias por el descanso, por estar sentada al fin en el banco, que mis tripas agradecen la cena que acaban de disfrutar. Recién duchada, siento esa agradable sensación de “por fin en casa” que recorre cada rincón escondido de mi cuerpo.
Los chicos están afuera.  Oigo sus gritos, sus bromas, siempre tan peculiares. No hace ni diez minutos que ha terminado el partido en la tele. Siento las miradas clavadas en nosotras, en la mesa que hemos preparado. Son miradas interrogantes, que tratan de entender qué les vamos a ofrecer. Cierran la puerta, todos están atentos, expectantes.
Todo empieza.
Soplamos las velas, las siluetas desaparecen y unos hilillos de humo salen delicadamente de las 6 velas e impregnan el comedor de un olor muy agradable.
Siento aplausos intensos, rápidos. Aplausos que muestran  agradecimiento, sorpresa,  asombro. Miro a mis compañeras, veo a Mireia suspirar de alivio, noto el alivio en cada una de nosotras. Ha salido bien. Miro a Teresa, la viuda de Avelino, y en su cara leo una palabra: Gracias.
No hay mayor recompensa para un trabajo que la gratitud.
LARA CUSCÓ

domingo, 22 de abril de 2012

Mi momento más especial

  Resulta muy difícil elegir sólo un momento del viaje a Soria. Ha sido un viaje lleno de nuevas experiencias y de muchas emociones que me han ayudado a comprender la literatura de una forma distinta, más allá de los libros. Ha sido un viaje que me ha dado además la oportunidad de relacionarme con gente nueva: compañeros que apenas conocía y gente relacionada con la literatura, la fotografía o  la cultura popular soriana. Como todo ha sido muy estimulante, me resultaba muy difícil decidirme por un solo momento del viaje, pero lo he elegido.

  Recuerdo que hace un tiempo, cuando todo empezó a planearse, nos dijeron que se intentaría que en  el viaje cada uno de nosotros tuviera su minuto de gloria, un instante en el que toda la atención se centrara en él: su momento. Cuando nos asignaron esos “momentos”, yo pensé que sería difícil lograr el mío. Yo era una de las presentadoras del documental de Machado y cada día tendría varios momentos, así que pensé que ninguno de ellos sería más especial que otro; pero me equivocaba. Tuve mi momento como todos, y realmente me emocionó más de lo que creía. Ese momento, fue la Introducción a los “Proverbios y Cantares” de Antonio Machado, que recitaron mis compañeros. Sin duda  no sería un momento tan especial, sino fuera porque  leí esas palabras sentada en la silla donde Machado también se sentaba hace más de cien años para impartir sus clases de francés. Yo no esperaba que tendría un momento de tanta expectación, y creo que pocos lo tuvieron, ya que no era fácil que los ochenta compañeros estuvieran escuchando a la misma persona. Pero yo tuve esa suerte, y me hizo mucha ilusión. La verdad es que cuando me senté y Bernat empezó a grabar me puse muy nerviosa, pero luego disfruté mucho del momento. Creo que fue un momento muy especial, que me acercó mucho a Machado y a su literatura. Pero mi momento especial no se terminó al finalizar la lectura, sino que también me resultó muy emocionante escuchar sus Proverbios recitados por mis compañeros. Me pareció un momento muy íntimo y bonito estar todos en esa clase, recitando pequeños fragmentos de la poesía de Machado. Además, me resultó especialmente emocionante porque seguía sentada en su silla, y podía verlo todo desde allí. Creo que  en ese momento capté la esencia del viaje, el propósito de por qué estábamos allí: estábamos todos en un lugar muy especial para la historia de la literatura, haciendo nuestro pequeño homenaje a un gran poeta. Pienso que esta era la esencia del viaje; aprender a relacionarnos íntimamente  con la literatura, con la historia, con la naturaleza y además, aprender a relacionarnos entre nosotros. Por eso, creo, que  este momento me pareció tan especial y conmovedor: me ayudó, como he dicho,  a percibir la naturaleza de nuestro viaje a Soria.

  Como he dicho antes, nuestro viaje a Soria ha estado lleno de grandes experiencias, de aprendizaje y  personales, que me han enseñado muchas cosas. Sería muy difícil describirlas todas, pero creo que esta imagen, la de estar todos reunidos en un lugar tan especial, es capaz de transmitir la esencia de lo que hemos vivido juntos.

NOEMÍ COLLADO

sábado, 21 de abril de 2012

CRÓNICA DEL DÍA (5)

Hoy día 20 de abril, ha llegado el momento de despedirnos de Soria, sus alrededores y sus gentes.
De buena mañana ya se notaba un ambiente de nerviosismo durante los últimos preparativos antes de cerrar las cremalleras de las maletas.
Una vez terminadas de recoger las habitaciones y maletas, hemos ido a desayunar y en el comedor abundaban, hoy más que los otros días, las caras de cansancio y sueño.
A las once de la mañana subíamos al autobús, para dirigirnos a la Laguna Negra, donde nos ha sorprendido la nieve, pero a pesar del clima y el cansancio, hemos sido capaces de andar 1,7 km por la nieve y esto ha tenido su recompensa, unas maravillosas vistas al llegar a arriba y poder oír la leyenda y poemas recitados allí por nuestras compañeras.



La bajada se ha hecho más llevadera, ya que las ganas de llegar al autobús y cambiarnos el calzado mojado, eran superiores al agotamiento que nos inundaba.

Una vez ya secos y algo más descansados, hemos ido a comer, para reponer fuerzas y después de una gran semana intensa volvemos al punto de partida.
En el largo trayecto hacia Vilafranca, hemos hecho un concurso donde los profesores hacían preguntas y cada respuesta correcta sumaba un punto al alumno. Las preguntas eran de literatura castellana (como del Mío Cid, Antonio Machado, Bécquer o Avelino Hernández), de geografía y románico, y de ciencias.

Redactoras: Maria Sintes y Aida Padró

jueves, 19 de abril de 2012

CRÓNICA DEL DÍA (4)

Este cuarto día por tierras sorianas también ha estado marcado por la lluvia, el viento y el frío propio de estas montañas, aunque a diferencia de las anteriores jornadas, se ha podido apreciar como a lo largo del día el sol y la lluvia se han ido repartiendo por momentos el clima.

Al llegar a Valdegeña, el pueblo natal de Avelino Hernández y su hermano Ricardo, lo primero que nos llamó la atención fué una pared llena de teselas, con un nombre y el pueblo de procedencia de cada uno encabezado por el lema "Valdegeña tambíén es mi pueblo". Olga nos ha contado una historia de Avelino, sobre un niño vasco llamado Jon que se pierde de excursión y el Valle del infierno (sobrenombre de Valdegeña) lo "adoptan" hasta encontrar a su madre o que su padre se recupere, el libro termina con la frase del chico aceptando el Valle del infierno como hogar. En esa pared están escritos los nombres de la gente que ha visitado Valdegeña y la pueden considerar su hogar.



Despúes de esta maravillosa historia, Ricardo, el alcalde, nos ha acompañado a hacer una ruta por el pueblo. Primeramente nos ha presentado la fragua del herrero Víctor, mostrando algunas de las herramientas para transformar el hierro. Luego hemos observado el Valle del Infierno, la extensión de terreno por donde los bandoleros del siglo XVIII cómo los de Isabelita cabalgaban hacia Madrid. Isabelita fue la líder de los bandoleros de esas tierras, en su casa los hospedaba por las noches y así podían salir por la mañana después de alimentar los caballos.

Ricardo nos ha llevado hacia la iglesia del pueblo, de estilo románico tardío, donde nos ha mostrado todos los elementos que la forman y su estado. También nos ha contado alguna historia sobre un bandolero llamado Hilarion (El rubio) y nos ha contado curiosidades sobre el pueblo de Valdegeña.

Con mucha ilusión, el alcalde nos conducía hasta el museo de la ciudad (antiguo ayuntamiento, sala de baile y escuela), construido básicamente por él. La habitación estaba decorada cómo una aula antigua (de principios de siglo). En el museo, Ricardo ha recogido herramientas para trabajar la tierra, casi todas de su familia. Este museo, representa la esperanza del alcalde de conseguir revivir el pueblo e incentivar el turismo a Valdegeña.



Para finalizar la visita al pueblo, nos mostró su hogar y el de Avelino. En la casa había una inscripción que daba a entender que la casa estaba abierta a cualquier visitante. En el patio de adelante de la casa, había un parque con la placa de nuestro grupo (Ricardo la había colgado) cómo recuerdo a nuestra visita por Valdegeña.

Luego, nos fuimos todos a comer al hostal Mari Carmen de Matalebreras (junto con Ricardo y su mujer) y disfrutamos de una apetitoso almuerzo.

Por la tarde nos fuimos al Pozo Roman, dónde Bécquer situó la leyenda de los ojos verdes. Se iba a representar dicha leyenda pero por inclemencias del tiempo fue postergada. Al retirarnos del Pozo, fuimos con el autobús hacia Noviercas, dónde finalmente la leyenda consiguió ser representada. Allí visitamos el torreón árabe utilizado como punto de vigilancia y protección de los soldados de frontera durante la reconquista cristiana y posteriormente para delimitar la frontera entre el reino de Castilla y el de Aragón.



Para terminar, algunos visitamos la casa de Casta Esteban, ex-mujer de Bécquer. La casa está en ruinas porque pertenece a una chica que la quiere vender muy cara y ninguna institución puede comprarla y luego restaurarla. Hicimos el paseo becqueriano, donde se plasmaron algunos poemas en esculturas y se les dio un toque humorístico. Luego, Montse, nuestra guía de Noviercas nos mostró su tienda de productos sorianos de gran calidad. Despúes de esto, nos dirigimos al autobús para regresar al albergue.

Redactor 19/04/2012: Manel Bolet

miércoles, 18 de abril de 2012

CRÓNICA DEL DÍA (3)

Hoy ha sido un día muy intenso, nos hemos levantado más temprano que ayer porque nos separaba un largo trecho del lugar donde teníamos que realizar nuestra actividad: el Cañón del río Lobos. Allí nos hemos dividido en dos grandes grupos y uno con cada guardia forestal (Raquel y Pedro) hemos sido guiados por el cañón.

El recorrido ha sido como una magistral clase de botánica y geología fuera de las aulas y observando directamente del natural todo aquello que nos contaban. Esta forma de aprender nos ha recordado a la dinámica que se realizaba en la Institución Libre de Enseñanza, esa educación alternativa que enseñaba entre otros muchos valores, el amor y el respeto por la naturaleza.

Sin duda en el Cañón del Río Lobos hemos aprendido muchísimos nombres, conceptos y anécdotas. Entre los cuales podemos destacar:

- Diferenciar sabinas y enebros. Los guías han insistido en no confundir las sabinas con el enebro; tienen un gran parecido pero las sabinas tienen más altura (árbol) mientras que el enebro se parece más en altura a un arbusto. Podemos tocar las hojas de las sabinas sin ningún problema, en cambio al acariciar las hojas del enebro nos punzamos.

- Hemos distinguido entre las sabinas macho y hembra. La sabina macho presenta unas pequeñas flores marrones en cambio las sabinas hembras no presentan flores sino pequeños frutos redondos.

- Nos han comentado los guías que si bien es cierto que las sabinas son más altas que los enebros, en el parque todavía destacan más por su altura una inmensas encinas que sobresalen por sobre de las copas de las sabinas; parecen poder tocar el cielo.

- Hemos aprendido que del fruto del espino (un arbusto que presentaba flores blancas) se produce el licor conocido como Pacharán.

- En más de una ocasión hemos podido observar flotando encima del agua los nenúfares, lástima que estas plantas acuáticas que viven en ríos de aguas poco profundas, en esta época del año no presentaban la tan característica y bella flor amarilla.

- Hemos andado entre bosques de ribera donde hemos podido observar chopos que son los árboles de ribera más altos y más alejados. Los sauces, más pequeños y más próximos al río, son más flexibles.Tienen un aspecto similar al de un arbusto y protegen las riberas de la erosión. Fresnos una altura entre los chopos y los salces y presentaban una corteza lisa, no tan rugosa como la de los chopos.

En la segunda parte del recorrido nos ha fascinado la belleza, la inmensidad y magia de un paisaje cárstico, unas grandes paredes escarpadas, llenas de cuevas, nidos de buitres leonados... Rocas dibujadas por el río, el agua de la lluvia y el viento que acaricia la roca y traza en ellas sinuosas formas. Los tres elementos que acabamos de comentar fueron los que construyeron el hermoso paisaje que nos ha rodeado y cautivado en esta segunda parte del recorrido.



Al pie de estas paredes había una ermita románica templaria de inicios del siglo XIII, presentaba, además de los elementos característicos del románico, dos rosetones de estilo mudéjar. La ermita está situada en un lugar mágico, en una punto estratégico: en el centro de la península, es decir, se encuentra igual de lejos del Cap de Creus que del Cabo de Finisterre.



Sobre esta mágica ermita nos han dicho que hay muchas leyendas, historias y anécdotas:

Cada 22 de Octubre (cambio al invierno) los rayos del Sol entran por el rosetón e iluminan en interior una piedra, los lugareños dicen que si te colocas en ese justo instante encima de ella cargas energía. Verdad o solo una antigua tradición? Cabe tener en cuenta que no hace mucho, Pedro oyó que si dabas tres vueltas entorno a la ermita se cargaba el móvil.

En el paisaje hemos podido observar gran cantidad de cuevas y simas. En algunas de ellas se han encontrado pinturas rupestres simbólicas para contar el ganado, cerámicas o evidencias de que habían servido para guardar el ganado (como majada), que evitan la construcción y aprovechando las posibilidades que la naturaleza ofrece. Estos detalles nos indican que el cañón ha sido habitado desde tiempos remotos.

Balconcillo del Ojo del Diablo


Hemos comido en el albergue y luego, por la tarde, nos hemos ido a descubrir Soria mediante la búsqueda de su arte románico. Cabe decir que iglesias,ermitas y conventos adquieren una belleza mágica, mística, bajo la gélida lluvia soriana. Santo Domingo, San Juan de la Rabanera y San Juan del Duero son algunos ejemplos del románico soriano visto en esta tarde pasada por agua.

Nos vamos a dormir con el agrio sabor de la derrota del Barça ante el Chelsea en la Champions.

Compañia del día: fuerte viento y gélida lluvia

Redactores 18/04/2012: Dani Martínez y Joan Martínez

martes, 17 de abril de 2012

CRÓNICA DEL DÍA (2)

Enfrentamos con ilusión el primer día completo en Soria, desayunando en el albergue y marchándonos temprano hacia la ermita del mirón, donde se encuentra la estatua de la silueta de Machado y Leonor, al lado del Duero. Allí recitamos varios versos en honor a Machado (que luego serán recogidas en un vídeo que también se colgará en el blog) y descansamos un rato delante la ermita o disfrutando de un café en el hotel Leonor, disfrutando de un maravilloso paisaje.



Tras este rato, montamos en el autobús y nos pusimos dirección Soria ciudad. Lo primero que visitamos fue la iglesia San Juan del Duero, en la que pudimos disfrutar de un claustro peculiar, puesto que fue construido tomando varios estilos de construcción: algunos eran de estilo románico puro, otros inspirados en construcciones árabes, con arcos cruzados... Probablemente de las construcciones más peculiares de España. Una vez terminado, pusimos rumbo a una de las ribas del Duero, para estudiar su flora. Los profesores de biología nos han enseñado a diferenciar tipos de árboles según su hoja, aprendiendo a reconocer y nombrar los árboles que forman el bosque de ribera.



Subimos a la ermita de San Saturio, una increíble ermita construida desde las cuevas naturales. Después de esta visita nos dirigimos al centro de la ciudad, donde los profesores nos han dado tiempo para ir a comer donde queramos, explorando la ciudad. Al reunirnnos, fuimos a ver la tumba de Leonor, dedicándole también unos versos. Luego nos dirigimos al Instituto Antonio Machado, donde su director nos ha contado la historia del poeta. Para acabar el día, hemos vuelto al albergue para cenar y de paso mirar el partido del Real Madrid.



Ahora a descansar, y a preparnos para otra jornada en Soria.

Redactores 17/04/2012: Marc Ventura, Marçal Civill



La localització geogràfica de tuits


Els tuits que publiqueu a Twitter poden anar acompanyats de la localització geogràfica. Per fer-ne un exemple hem agafat els tuits de @martiperellada que porten la localització. Una manera diferent de marcar la ruta per terres de Soria.

lunes, 16 de abril de 2012

CRÓNICA DEL DIA (1)

Al llegar a Medinaceli hemos tenido tiempo libre para comer y pasear por el pueblo. Más tarde hemos disfrutado de la interpretación de Marti Roig y Gisela Guitart en el Palacio Ducal, representando fragmentos del ''Cantar de Bodas'' y de la``Afrenta de Corpes``.


De vuelta al autocar y camino a Soria, al llegar fuimos hacia el Casino de la Amistad Numantina, donde en la sala roja iniciamos la tertulia literaria sobre el libro ``Mientras cenan con nosotros los amigos``. Los tertulianos, amigos y familiares del autor Avelino Hernández, nos respondian a las preguntas preparadas previamente antes de este viaje.



Acto seguidor, Noemi Collado y Aleix Hernández han recitado un fragmento del poema ``Del pasado efímero`` de Antonio Machado.


Después nuestros compañeros Martí Roig (guitarra), Albert Millan, Oriol Celis y Martí Parellada, nos han interpretado dos poemas de Antonio Machado musicados por Juan Manel Serrat; ``Caminante no hay camino`` y ``Retrato``.


Para finalizar Lara Cuscó, Sara Jiménez, Elena Reyes (bailarinas), Gemma Rovira (piano), Gisela Guitart (cantando) y Marta Peinado (recitando), nos han representando ``Sueño infantil`` de Antonio Machado.



Finalizado el acto, nos hemos dirijido a Valdeavellano de Tera, donde se encuentra el albergue y el hostal donde estamos instalados. Al llegar, nos hemos instalado en las habitaciones y nos hemos vestido y preparado para ir a cenar.

Aqui termina esta primera crónica en tierras sorianas.

Un saludo y hasta el siguiente resumen del viaje.

Redactores 16/04/2012: Marc Salinas y Pau Codorniu

PD: El viento y el frio nos han acompañado durante esta primera jornada, cosa que era de esperar.

INICIO DEL VIAJE

Hoy, todos nos levantábamos ansiosos. Pues ya pasamos Fraga, y es que hoy hemos salido de Vilafranca del Penedès hacia tierras de Soria. Es un viaje prometedor donde nos esperan experiencias muy bonitas e interesantes que todavía están por llegar y que deseamos que empiecen.
Aún falta para llegar a nuestro primer destino, Medinaceli donde comeremos para coger fuerzas para el día que nos espera.
No os perdáis el resumen del día de esta noche.

¡Un saludo y hasta pronto!


Redactores 16/04/2012: Marc Salinas y Pau Codorniu.


miércoles, 11 de abril de 2012

Presentació Tierras de Soria 2.0

En aquesta entrada us deixem una presentació feta amb Prezi sobre el projecte Tierras de Soria 2.0 que es va presentar el dia 28 de març.



martes, 3 de abril de 2012

Patrocinadors dels premis del concurs de tuits

Els patrocinadors del Concurs de tuits ens ofereixen vals de compra als seus establiments.

Frankfurt La cava per a entrepà i beguda.

La Cultural llibreria per a compra d'un llibre.