Antonio Machado, El Cantar de Mio Cid, Gustavo Adolfo Bécquer, Gerardo Diego, Avelino Hernández, Mercedes Álvarez ...

domingo, 28 de abril de 2013

Los versos de Antonio Machado a través de la danza

Panta rei


 
El hermoso pueblo de Valdegeña se ha quedado unos años atrás. El señor Ricardo nos mostró su casa en la que se observan espacios propios de hace un siglo;  el lugar destinado a guardar el trigo, en la parte alta de la casa o el corral, abajo, para dar calor a los habitantes.

La Valdegeña de hoy es como un viaje al ayer. Aquel acogedor pueblo me transmitió cómo abusamos de las nuevas tecnologías, ya que comprendí que con poca cosa se puede tener calidad de vida.

La gentes de Valdegeña son personas a las que no les cuesta nada hacer un favor o cumplir su palabra ante algo. Tienen una mentalidad limpia, ajena a la corrupción ya que están acostumbrados a vivir con poco, y ese poco les basta para todo porque conectan con lo esencial.

En el pueblo comprobé que tienen unos pensamientos similares a  los de Antonio Machado ya que, cuando mantuve conversación con Ricardo y su mujer, pude apreciar en sus palabras cómo pensaban realmente. Tanto ellos como Avelino Hernández saben que todo fluye y que se tiene que aprovechar el momento. Pude deducir de las vivencias y las anécdotas que me contaron que habían vivido al máximo la vida; nos transmitieron que también lo hiciéramos nosotros. Realmente, ellos son el tipo de personas que muchos quieren llegar a ser o tener como amigos.                 
                                                                                           Adrià Roig

El reloj de la Audiencia


 
 
 
En mi opinión la más viva imagen del paso del tiempo es el reloj de la Audiencia de Soria, que junto a la campana son dos elementos que nombra Antonio Machado en el poema que recité el segundo día del viaje.

 

"¡Soria fría! La campana
de la Audiencia da la una.

Soria, ciudad castellana
¡tan bella! bajo la luna."

 

Un reloj es una clara expresión de la fugacidad de la vida. Esa vida frágil y efímera que, como todo, un día u otro toca a su fin.

El tiempo, para algunos es un concepto abstracto, para otros una magnitud incalculable, para todos lo más preciado y valioso, como la propia vida.

                                        Miguel Mellado

sábado, 27 de abril de 2013

El tiempo en Valdegeña


Valdegeña es un pueblo cuyo reloj aparentemente está parado, no avanza. Un pueblo diferente, un pueblo muy cordial. El tiempo parece no estar presente en el páramo soriano, sin embargo, a su alrededor avanza vertiginosamente, por lo que este pueblo es aún un lugar especial donde uno puede desconectar y reflexionar.
Un lugar donde entiendes que la gente nunca te va hacer un desplante, donde te sientes como en casa, que tiene siempre “las puertas abiertas”, como nos dijo Ricardo, el hermano de Avelino Hernández.
A cada viajero  que pisa esas calles, que ve esas casas, que pasa un tiempo perdido en las entrañas de esas tierras la experiencia le marca, pero sabe que él también dejará una huella.
Para ellos , la gente que les visita les hace felices y quieren que recuerde su estancia allí de una forma especial, como algo entrañable. Al entrar puedes leer los nombres de los visitantes que te han precedido en cada tesela.

Es un pueblo silencioso y frío, tal y como Machado describía a Baeza en “el poema de un día”, pero su gente, en cambio, irradia calidez. Para ellos, cada viajero es una alegría, cada momento con él compartido constituye una vivencia especial; para cada pregunta tienen una respuesta clara y agradecida porque sienten que interesarse por su tierra es lo mejor que les puede pasar. No quieren que el pueblo quede en el olvido, desierto, por eso se alegran tanto con las visitas que acogen de esta forma tan hospitalaria.

                                                             Oriol Florentín

viernes, 26 de abril de 2013

De regreso a casa. Actividades de filosofía


  

Me trasladé a Baeza, donde hoy resido. Mis aficiones son pasear y leer.

ANTONIO MACHADO   (Baeza, 1917)




           POEMA DE UN DÍA (MEDITACIONES RURALES)
 


El poema es una radiografía de angustia, monotonía, aburrimiento y, sobre todo, de hastío por esa España atrasada que bosteza. Pero tal vez lo más importante sea esa sinergia tiempo meteorológico/tiempo cronológico capaz de marcar el destino del hombre.
En Baeza da la sensación de que a Machado se le ha hundido el mundo: añora a su mujer a quien tanto amaba, no se siente a gusto, se ve impotente ante una España que no se despierta, le angustia la inclemencia del tiempo. Vemos a un Machado melancólico, perdido. Y qué mejor que expresar esa melancolía a través de la lluvia que llora en las maltratadas tierras manchegas y andaluzas. ¿De qué vivirán los pobres campesinos si no fuese por esa lluvia bendita? Porque, como bien dice el poeta, los campesinos tienen toda su moneda en la rueda, traidora rueda del año.

Machado hace un juego entre lo interno y lo externo; se establece un paralelismo entre su estado de ánimo y esa luz tenue que se difumina por todos esos papelotes desordenados que, a la vez, son un espejo que reflejan el momento confuso que vive el poeta. También juega con su “adentro” íntimo, mudo, resignado y ensimismado. Del mismo modo, se combina un diálogo interno (principio del poema) y un diálogo entre terceros (final del poema).
El texto va al compás del tic-tic frenético de ese reloj monótono e inmutable que tanto molesta a Machado; su espíritu se eleva al final, mostrándose impaciente y rebelde en su deseo de inmortalidad.
Pero ese tic-tic ininterrumpido, aparte de recordarnos que el tiempo vuela y que la vida pasa, también vaticina la temida y amarga Muerte, que le ha robado a Leonor
Parece que el poeta no se siente a gusto con su vida ni tampoco con el curso que ésta sigue hasta llegar al final (la mar).
A veces resulta complicado saber si Machado es un poeta que escribe filosofía o un filósofo que escribe poesía...
                                                                                    Ouissam Agharbi
 
Antonio Machado pensaba que la poesía es un arte temporal. El autor cita a tres filósofos (Unamuno, Bergson y Kant).
¿Qué piensan estos autores sobre el tiempo?


Unamuno pensaba mucho en la inmortalidad. Decía que la vida y el tiempo no se podían acabar con la muerte, ya que todo el tiempo que has ido viviendo, no habría servido para nada si la vida no tuviera continuidad después.

Bergson decía que el tiempo no se basa solo en lo que dicen los relojes, ni en los instantes en que está dividido, sino en la duración que nosotros percibimos. A veces una hora nos puede parecer muy larga y otras mucho más corta. El tiempo depende de la duración que tenga para nosotros y el autor defiende el concepto de Durée.
Kant hablaba del tiempo refiriéndose a la sensibilidad interna que permite ordenar las cosas que pasan, vemos o sentimos, las cuales situamos directamente en el tiempo. Decía que cuando nosotros percibimos algo, ya lo ponemos en el tiempo y así hablamos de pasado, presente o futuro.

¿Qué vinculación tuvo  el poeta con cada uno de ellos?

Unamuno y Machado eran amigos íntimos y tenían una relación estrecha. Se sabe de esta amistad gracias a las cartas privadas que Machado le enviaba. Además su filosofía era muy parecida, era como si Unamuno planteara los problemas y Machado les buscara su propia solución.

Machado también recibe influencia de Kant (s. XVIII) y  alude a él en algunos de sus versos.

El poeta asistió al Collège de France de París 1910, al curso de Henri Bergson, por lo que también recibió su influencia  directa.
                                                                                         Carles Gómez
La inclinación de Antonio Machado por la filosofía se remonta seguramente a sus años de juventud. Formado en la Institución Libre de Enseñanza, donde se intentaban vincular a los jóvenes a valores como el respeto, el sentido del diálogo y la búsqueda de la verdad, sus estudios le llevaron a una licenciatura en esta disciplina.

¿Qué fue la Institución Libre de Enseñanza? ¿Qué es el krausismo?

La Institución Libre de Enseñanza, fue creada al 1876 por un grupo de catedráticos separados de la Universidad Central de Madrid por defender la libertad de cátedra y negarse a ajustar sus enseñanzas a cualquier dogma oficial en materia política, religiosa o moral. Se inspiraban en el krausismo.

El krausismo es una corriente de pensamiento vinculado a la filosofía de Karl Christian Friedrich Krause (1781-1832), que se desarrolló en el siglo XIX y representó un intento de renovación intelectual que tuvo su máximo esplendor con la fundación de la Institución Libre de Enseñanza. Defiende la libertad de cátedra. La metodología consistía en situar al alumno en contacto directo con la naturaleza o con cualquier objeto de conocimiento científico, ello comportó que hiciesen  excursiones y clases experimentales. 
                                                                                      Omayma El Aakel

                                                                                                                          
Compara la vida rural de hace un siglo, descrita por A machado en el poema, con las impresiones que te causó la visita a Valdegeña.

Al visitar Valdegeña, mi primera impresión fue de soledad. La verdad es que recorriendo sus calles, junto al resto de mis compañeros, pudimos ver un pueblo que, aparentemente, vivía en el pasado y al que el paso de los años no le había afectado en absoluto. Un pueblo con calles sin asfaltar, alejado de la gran ciudad, medio escondido, y aunque parece solitario, ya que no se ve a penas gente por sus calles, tiene un encanto especial. 
 
 
Visita a la fragua de Valdegeña (20/03/13)
 


 
Podría relacionarse el poema de un día con Valdegeña.“Fantástico labrador, pienso en los campos. Señor qué bien haces!”. Con estos versos mi mente se transporta a aquella tarde, a ese pueblo lleno de campos y huertos, de casas grandes y pequeñas y de jardines.
El poema también habla del tiempo, de cómo va pasando ante nuestros ojos “monótono y aburrido, siempre igual”. Machado afirma que en estos pueblos no se siente el paso del tiempo. Como dicen los filósofos, el tiempo no es algo objetivo. Hay momentos en los que parece que esté parado, que por mucho que miremos las agujas del reloj moviéndose todo está quieto. Y parece mentira cómo, a veces, los días pasan como caen las hojas secas en una tarde de otoño...
A Valdegeña el paso de los años le ha afectado mucho, ya que la población ha ido envejeciendo y los jóvenes se han ido a las grandes ciudades. Actualmente viven unos cuarenta habitantes.
Podemos percibir la preocupación de sus gentes en que no desaparezca. Al hablar con el alcalde, nos dimos cuenta de lo mucho que ama a su pueblo y de su lucha por hacer de él un centro de interés turístico. Desea perdurarlo a través de actos literarios, del museo, de la casa rural, de las visitas guiadas, etc.
La sensación que viví al oír todo lo que esa gente hacía por su pueblo fue conmovedora. Sus esfuerzos para que no sea borrado del mapa o un pueblo abandonado son admirables.
Otro aspecto que me impactó fue la manera de ser de la gente. En general, creo que son mucho más abiertos que nosotros. Me sorprendió ver lo confiados que eran con los visitantes, contándonos experiencias personales, ofreciéndonos comida... La verdad es que ver un pueblo tan unido y acogedor me conmovió.
                                                                               Eric Lloret y Júlia Oliver
 


La Ventana de Avelino


En estos pueblos, ¿se escucha el latir del tiempo? No.”-
Poema de un día, Antonio Machado

Una existencia común, sencilla, hecha de los ritos importantes de la vida: nacer, aprender, crecer, trabajar, amar, reír, medrar, menguar, sufrir, entregar el relevo, apagarse y morir. Una tradición muy vieja. Una historia muy larga. Una tradición hecha de decenas de siglos de estar pasando por ese territorio, por esas generaciones de gentes, todas las vicisitudes de la intrahistoria. Un pueblo castellano en la provincia de Soria es todo eso: sencillo, entrañable y cotidiano.
Sencillo el territorio, hecho de cereal en los campos y en los montes de carracas. Entrañables las gentes diezmadas por la emigración, carentes de algunas cosas materiales, ricas en otras vitales y siempre hospitalarias. Cotidiano el transcurrir apacible del tiempo, la naturaleza, las aves en los tejados; el ritmo natural de los quehaceres, el grato sobresalto de lo nuevo, el negro sobresalto de lo ingrato.
Querido viajero, visitante, internauta, lector, amigo: adéntrate en Valdegeña, puesto que hasta aquí has llegado. Queremos ir desgranando a tu paso lo que fuimos, lo que somos, lo que nos falta y lo que queremos.
Definitivamente, Valdegeña es uno de los pueblos más mágicos que he visitado.
                                                                                                     Omayma El Aakel


http://www.avelinohernandez.com/biografia.html

miércoles, 24 de abril de 2013

Colinas plateadas,
grises alcores, cárdenas roquedas
por donde traza el Duero
su curva de ballesta
en torno a Soria, oscuros encinares,
ariscos pedregales, calvas sierras,
caminos blancos y álamos del río,
tardes de Soria, mística y guerrera...


Poema en audio: Campos de Soria de Antonio Machado por Efraín Bartolomé

Premios de fotografía literaria

                                             

                                              ARTE

  
Medinaceli, puerta del cielo (Marina Solé)

El Cantar de Mio Cid

Arco romano de Medinaceli enmarcando el valle del río Arbujuelo por donde pasa la comitiva de las hijas del Cid al regresar a Valencia. En la confluencia del Arbujuelo con el Jalón, casi al pie del arco, había antiguamente terrenos pantanosos poblados de ánsares. Ahí habría que colocar La Ansarera que se cita en los versos 2656-2657 del Cantar:
Pasaron el Arbujuelo y llegaron al Jalón;
Do dicen El Ansarera ellos posados son.


http://www.caminodelcid.org/Camino_ElCantarenPDF.aspx
 
                                      NATURALEZA

Laguna "blanca" (Mar Batlle)
La Tierra de Alvargonzález

Laguna negra teñida de rojo, laguna helada que palpita y ensombrece el alma.
                                                                                   Antonio Machado

http://es.wikisource.org/wiki/La_tierra_de_Alvargonz%C3%A1lez_(poema)


                            

                            PUEBLOS ABANDONADOS

La soledad de Noviercas (Núria Pérez)
Rimas y Leyendas


Cuando me lo contaron sentí el frío... (Rima XLII)
 
Cuando me lo contaron sentí el frío
de una hoja de acero en las entrañas;
me apoyé contra el muro, y un instante
la conciencia perdí de dónde estaba.

Cayó sobre mi espíritu la noche;
en ira y en piedad se anegó el alma…
¡Y entonces comprendí por qué se llora,
y entonces comprendí por qué se mata!

Pasó la nube de dolor..., con pena
logré balbucear breves palabras...
¿Quién me dio la noticia?... Un fiel amigo…
¡Me hacía un gran favor!... Le di las gracias.

De: Rimas, leyendas y narraciones
GUSTAVO ADOLFO BÉCQUER