Antonio Machado, El Cantar de Mio Cid, Gustavo Adolfo Bécquer, Gerardo Diego, Avelino Hernández, Mercedes Álvarez ...

jueves, 26 de abril de 2012

Valdegeña también es mi pueblo

Mi diario lo quiero centrar en el día que pasamos en Valdegeña con Ricardo. Para mí fue un día muy especial por los motivos que explicaré más adelante, pero creo que para todos fue una gran experiencia que merece ser recordada. La historia de Jon, el niño que adoptaron los habitantes de Valdegeña en la novela juvenil  El valle del infierno, no está tan lejos de lo que sentimos ahora los visitantes reales del pueblo.

En Valdegeña conocimos mejor a Ricardo y el pueblo de Avelino Hernández. Ricardo nos mostró el pueblo casa por casa. Fue una visita muy interesante, sobre todo por las historias y leyendas que ocurrieron en Valdegeña y que nos iba contando poco a poco, a lo largo del recorrido. Visitamos la iglesia románica, que han ido restaurando Ricardo y un carpintero, aunque ya no haya ningún cura que vaya los domingos a celebrar misa. Ricardo nos mostró también el nuevo ayuntamiento, construido recientemente y que sirve asimismo como consulta del médico, que va a pasar allí visita dos veces por semana (aunque en invierno sólo viven siete vecinos en el pueblo). Finalmente entramos en la casa familiar de Avelino, que Ricardo abrió muy amablemente para nosotros.

Creo que lo esencial de la visita fue descubrir cómo la vida en Valdegeña pudo haber influido en la literatura de Avelino Hernández. Aunque sea un pueblo sencillo, Valdegeña le enseñó al escritor unos valores auténticos y esenciales (la solidaridad, el sentido de la libertad y de la justicia, el respeto, el amor a la naturaleza) que orientan su literatura y que posiblemente explican el modo de vida de Avelino y Teresa, tan filosófico en el fondo.

Me gustó mucho conocer a Ricardo, que es una persona que me inspiró muchísimo. Me impresionó su carácter, sobre todo sus ganas de luchar por su pueblo y mantenerlo vivo. Ricardo es un luchador que da todo de sí para sacar a Valdegeña adelante: construyó un museo con sus herramientas del campo para intentar que crecieran las visitas al pueblo y abrió una casa de turismo rural para que más gente se anime a acercarse al pueblo los fines de semana o en vacaciones. No me podía creer tampoco la amabilidad que se respira en Soria: Ricardo me regaló una boina (un elemento muy característico suyo y de Avelino) solamente porque me interesé por esta prenda.

En resumen, esta visita fue muy interesante y estimulante. Valdegeña es una visita obligada para cualquier viajero que pase por Soria.
MANEL BOLET

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