El recorrido ha sido como una magistral clase de botánica y geología fuera de las aulas y observando directamente del natural todo aquello que nos contaban. Esta forma de aprender nos ha recordado a la dinámica que se realizaba en la Institución Libre de Enseñanza, esa educación alternativa que enseñaba entre otros muchos valores, el amor y el respeto por la naturaleza.
Sin duda en el Cañón del Río Lobos hemos aprendido muchísimos nombres, conceptos y anécdotas. Entre los cuales podemos destacar:
- Diferenciar sabinas y enebros. Los guías han insistido en no confundir las sabinas con el enebro; tienen un gran parecido pero las sabinas tienen más altura (árbol) mientras que el enebro se parece más en altura a un arbusto. Podemos tocar las hojas de las sabinas sin ningún problema, en cambio al acariciar las hojas del enebro nos punzamos.
- Hemos distinguido entre las sabinas macho y hembra. La sabina macho presenta unas pequeñas flores marrones en cambio las sabinas hembras no presentan flores sino pequeños frutos redondos.
- Nos han comentado los guías que si bien es cierto que las sabinas son más altas que los enebros, en el parque todavía destacan más por su altura una inmensas encinas que sobresalen por sobre de las copas de las sabinas; parecen poder tocar el cielo.
- Hemos aprendido que del fruto del espino (un arbusto que presentaba flores blancas) se produce el licor conocido como Pacharán.
- En más de una ocasión hemos podido observar flotando encima del agua los nenúfares, lástima que estas plantas acuáticas que viven en ríos de aguas poco profundas, en esta época del año no presentaban la tan característica y bella flor amarilla.
- Hemos andado entre bosques de ribera donde hemos podido observar chopos que son los árboles de ribera más altos y más alejados. Los sauces, más pequeños y más próximos al río, son más flexibles.Tienen un aspecto similar al de un arbusto y protegen las riberas de la erosión. Fresnos una altura entre los chopos y los salces y presentaban una corteza lisa, no tan rugosa como la de los chopos.
En la segunda parte del recorrido nos ha fascinado la belleza, la inmensidad y magia de un paisaje cárstico, unas grandes paredes escarpadas, llenas de cuevas, nidos de buitres leonados... Rocas dibujadas por el río, el agua de la lluvia y el viento que acaricia la roca y traza en ellas sinuosas formas. Los tres elementos que acabamos de comentar fueron los que construyeron el hermoso paisaje que nos ha rodeado y cautivado en esta segunda parte del recorrido.
Al pie de estas paredes había una ermita románica templaria de inicios del siglo XIII, presentaba, además de los elementos característicos del románico, dos rosetones de estilo mudéjar. La ermita está situada en un lugar mágico, en una punto estratégico: en el centro de la península, es decir, se encuentra igual de lejos del Cap de Creus que del Cabo de Finisterre.
Sobre esta mágica ermita nos han dicho que hay muchas leyendas, historias y anécdotas:
Cada 22 de Octubre (cambio al invierno) los rayos del Sol entran por el rosetón e iluminan en interior una piedra, los lugareños dicen que si te colocas en ese justo instante encima de ella cargas energía. Verdad o solo una antigua tradición? Cabe tener en cuenta que no hace mucho, Pedro oyó que si dabas tres vueltas entorno a la ermita se cargaba el móvil.
En el paisaje hemos podido observar gran cantidad de cuevas y simas. En algunas de ellas se han encontrado pinturas rupestres simbólicas para contar el ganado, cerámicas o evidencias de que habían servido para guardar el ganado (como majada), que evitan la construcción y aprovechando las posibilidades que la naturaleza ofrece. Estos detalles nos indican que el cañón ha sido habitado desde tiempos remotos.
Balconcillo del Ojo del Diablo |
Nos vamos a dormir con el agrio sabor de la derrota del Barça ante el Chelsea en la Champions.
Compañia del día: fuerte viento y gélida lluvia
Redactores 18/04/2012: Dani Martínez y Joan Martínez
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