Antonio Machado, El Cantar de Mio Cid, Gustavo Adolfo Bécquer, Gerardo Diego, Avelino Hernández, Mercedes Álvarez ...

miércoles, 9 de mayo de 2012

En el curso de Río Lobos


Uno de los momentos que más valoro de este viaje fue el paseo entre San Polo y San Saturio. Fue especial recorrer el mismo camino por el que  Antonio Machado había andado tantas veces, el camino que le había inspirado algunos bellísimos poemas. En aquel lugar  sentí que, al fin, empezaba a estar un poco lejos de la ciudad, que entraba en la naturaleza. Lo echaba de menos

Aunque el día que me sentí más sumergida en un entorno  natural fue cuando fuimos al Cañón del Río Lobos. Allí se sitúa mi momento especial del viaje, que  llegó cuando descubrimos un curso anastómico en el río. 

Sé que este no era el objetivo del viaje y dudo que alguien pueda pensar que unos sedimentos en el río sean importantes, pero sentí este pequeño detalle me podía ayudar a seguir teniendo motivación en los estudios. Ver una insignificante acumulación de piedras, arcillas y ramas,  y saber lo que es, saber cómo y en qué circunstancias se formó,  fue algo muy gratificante. Me di cuenta de que lo que había estudiado hasta ahora servía de algo,  que lo que había aprendido me ayudaba a entender mejor la naturaleza. Sentí que no había perdido el tiempo, pues en aquel momento pude leer el río: el agua cansada de llevar demasiados sedimentos había escogido el lugar idóneo para dejar su carga. La ribera se iba desgastando, formaba una curva y ganaba velocidad para poder  transportar piedras, ramas y hojas. Es extraño pero nos entendíamos el Río Lobos y yo.

Otro momento muy importante del viaje  fue la visita a Valdegeña, sobre todo por la amabilidad de Ricardo. En el momento que nos abrió las puertas de su casa Ricardo se convirtió en uno de los pilares del viaje: ese señor humilde que nos había de contar la niñez que compartió con su hermano, el escritor  Avelino Hernández, nos dio una lección de sencillez y generosidad que no  deberíamos olvidar. 
JOANA PINYOL

1 comentario:

  1. Totalmente, a veces uno piensa que lo que estudia no sirve para nada y de repente te encontrás pensando en la facultad y en el momento en que te lo dieron como materia. O no tiene que ser en la facu, puede ser en el colegio secundario, en este caso, cuando estudiaste biología o geografía. Hace poco también estuve en la laguna de Lobos y cada vez que veía unos renacuajos me ponía a pensar en las características de los anfibios y los seres acuáticos. Qué lindo, a veces estos lugares te hacen reencontrarte con conocimiento que tenés muy guardado!

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