Antonio Machado, El Cantar de Mio Cid, Gustavo Adolfo Bécquer, Gerardo Diego, Avelino Hernández, Mercedes Álvarez ...

lunes, 16 de mayo de 2011

Los colores de Soria

Blanco: blanco del frío y la nieve. Año tras año la nieve deja su impronta en los tejados de las casas abandonadas, que se van hundiendo vencidos por el tiempo. Día tras día nos íbamos familiarizando con estas tristes y bellas postales estampadas de blanco. Grandes iglesias y pueblos con más perros que habitantes.
Verde: verde de la esperanza por la tierra. Soria aún está viva y perdura gracias al empeño tozudo de habitantes como Mercedes Álvarez, César Sanz y Ricardo Hernández. La cineasta inmortalizó el pueblo de Aldealseñor y a sus habitantes en la película El cielo gira. César Sanz es un fotógrafo soriano que ama su tierra y que tuvo la amabilidad de invitarnos al Casino Círculo de la Amistad, para explicarnos qué significaba Soria para él y qué sentido tenía fotografiar los bellos paisajes que Machado había pisado. También recuerdo de ese día la inesperada interpretación de “Cantares” de Eduard Barrobés.
Rojizo: rojizo como la llama de la acogida. En Valdegeña nos esperaba Ricardo, que era el alcalde y el hermano del escritor Avelino Hernández.. Con él nos esperaba también otra grata sorpresa: encontrar nuestros nombres, en un muro de la entrada, bajo el lema “Valdegeña también es mi pueblo. Amablemente, Ricardo nos mostró el pueblo por el que lucha - el museo de herramientas de campo que había juntado, por ejemplo-, pero sobre todo nos mostró su hospitalidad, al abrirnos su casa a las casi veinte personas que de repente la ocupamos e inundamos.
Amarillo anaranjado; amarillo de la amistad, pues el viaje, al menos para mí, no habría sido lo mismo sin mis compañeros, las charlas, las partidas de ajedrez y de damas, los chistes… y el intenso olor a chorizo de dos bolsas demasiado cercanas a mi cama. Recuerdos mínimos y cotidianos que contribuyen a que este viaje sea difícil de olvidar.
Ricard Rahuet

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