Antonio Machado, El Cantar de Mio Cid, Gustavo Adolfo Bécquer, Gerardo Diego, Avelino Hernández, Mercedes Álvarez ...

jueves, 6 de abril de 2017

Crónica día 2: Primera mañana que despertamos en Castilla

Primera mañana que despertamos en Castilla: ya estamos en el albergue de Abejar, donde nos alojaremos hasta nuestro regreso. Han sido muy emocionantes las  primeras experiencias en Soria. Convivir con nuestros compañeros de habitación y aprender a organizarnos ha provocado las primeras "discusiones", pero  el ambiente era tan hogareño y cálido que enseguida las hemos solucionado con unas risas.

Aunque no hayamos podido gozar mucho de un sueño reparador nos hemos levantado a las 8 enérgicos y preparados para la primera jornada cultural soriana. En el comedor común del albergue hemos desayunados opíparamente: un reconfortante café caliente con leche y para los de gustos más suaves un colacao. Y tostadas con mantequilla yo mermelada, magdalenas, galletas, queso, jamón, longaniza...

En el autobús, Olga, nuestra profesora  nos recuerda la biografía de Machado, para ponernos en situación y que  podamos entender en profundidad sus versos.

A las 11h, en  Los Cuatro Vientos, junto a la Ermita del Mirón, comprendemos rápidamente la insistencia  de los profesores de que lleváramos  abrigo. En los preciosos valles que rodean el hotel Leonor, nuestros compañeros empiezan a recitar los primeros poemas del día, que hablan justamente de los campos de Castilla. Se hace muy emotivo dejarte estremecer por la belleza que tenemos delante, la misma que inspiró a Machado.

Estamos junto a la Ermita del Mirón.

En el claustro de San Juan del Duero admiramos las bellas columnas góticas, románicas y mozárabes. Bajo un extraño capitel en el que se distinguía con una quimera, Edurne recita "Señor, ya me arrancaste lo yo más quería", un breve y desgarrador poema que habla de la muerte de Leonor.

Machado, al finalizar sus clases del instituto,  recorría cada tarde sin falta el paseo, entre las ermitas de San Polo y San Saturio. También nosotros caminamos por ese paseo que bordea el Duero,  apreciando la belleza del paisaje que nos rodea: un frondoso bosque a nuestra izquierda, y los altiplanos y montañas a nuestra derecha. Es extraño pensar que recorremos esa ruta en la que Machado dejó sus huellas y que a tantos lectores atrae cada año; la misma que inspiró los poemas que hemos recitado:" He vuelto a ver los álamos dorados", por ejemplo que recita Yousra. Machado  menciona las cifras que son fechas y las iniciales que son nombres de enamorados, aunque esta tradición se ha transformado y adaptado a una más actual: los candados en la baranda del puente 


Después de  comer nos reencontramos todos en el cementerio de El Espino, en el cuál se encuentra Leonor, la amada del poeta, donde está "su tierra"... 

Ahí leímos dos hermosos  poemas "A José María Palacio" y " A un olmo seco".  Esa tarde nos acompañó del fotógrafo César Sanz. Un dato curioso  es que César Sanz fue estudiante del instituto Antonio Machado, que visitamos después. Junto a la silla de Machado,  César nos habló de sus inicios como fotógrafo, de Soria y de los escritores de la ciudad. Después  28 alumnos  leyeron los "Proverbios y Cantares, los poemas del Machado más filósofo. Y Sira,una gran voz de nuestro curso, cantó la versión del poema "Al olmo seco" del cantautor catalán Joan Manuel Serrat.


Martina Massad, Lorena Montenegro y Aritz Jiménez




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